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Corrige malas posturas. Evita lesiones

Fuente: A.Vogel

Las malas posturas tienen consecuencias negativas para nuestra salud porque provocan dolores y contracturas y, si no son corregidas a tiempo, pueden ocasionar problemas funcionales e influir en la aparición de artrosis.
De forma inconsciente, pasamos muchas horas al día forzando posiciones perjudiciales que provocan sobrecarga en algunas partes del cuerpo. Las primeras molestias se suelen sufrir en la cintura, la región dorsal, el cuello y el trapecio (musculo de la espalda que une la nuca, el cráneo y los hombros con la columna vertebral).

En este post os damos las claves para adoptar una buena postura y así mejorar la capacidad respiratoria, evitar la aparición de dolores musculares y de columna, y facilitar el proceso digestivo al descomprimir los órganos de nuestro aparato digestivo.

Para conseguir una correcta higiene postural, hay que alinear de manera simétrica todos los miembros del cuerpo y la cabeza, en torno al eje de gravedad. No se deben exagerar las curvas corporales, y sí repartir el peso equitativamente en cada una de las piernas.

En el caso de los trabajadores de oficina, hay que sentarse con la espalda recta y pegada al respaldo del asiento. Los pies deben estar apoyados en el suelo o en un reposapiés; las rodillas al mismo nivel que las caderas; los codos flexionados en ángulo recto y pegados al cuerpo; los hombros alineados y relajados; y los ojos a un tercio de la parte superior del monitor y separados de 45 a 60 centímetros del mismo.

Otra actividad asociada a los dolores de espalda por causas posturales es la conducción. En ocasiones pasamos mucho tiempo al volante y es necesario prestar atención a la posición que adoptamos al conducir.
Se recomienda estirar los brazos de forma que las muñecas queden en la parte de arriba del volante y sujetar este con las dos manos. El respaldo no debe quedar ni muy recto ni demasiado inclinado de forma que los codos y los brazos estén estirados. La rodilla del conductor debe ir suelta, sin apoyarse en ninguna zona interior del coche para evitar un posible pinzamiento de los nervios que provoquen un adormecimiento de la pierna. Por último, hay que recordar que el reposacabezas es un elemento de seguridad pasivo, no debe ir la cabeza apoyada en él mientras se conduce.

Además, para evitar lesiones es importante:

  • Agacharnos siempre flexionando las rodillas en lugar de doblar la espalda. Cuando realizamos tareas diarias como la de poner una lavadora, solemos olvidar tener en cuenta este consejo.
  • Mantener la espalda recta cuando levantemos peso.
  • En el caso de cargar peso como cuando hacemos la compra, es necesario repartirlo de forma equitativa en los dos brazos.
  • Si llevamos una mochila, esta debe ir bien ajustada y colocada correctamente, nunca llevarla solo en uno de los brazos.
  • Muy importante es evitar el sobrepeso para no recargar a nuestros huesos con más peso del que están preparados para soportar.
  • El ejercicio frecuente nos ayudará a mantenernos en forma, fortaleciendo los músculos, que son la sujeción de nuestros huesos.
  • Hacer estiramientos de manera habitual es muy beneficioso. Sobre todo si se pasa demasiado tiempo sentado es imprescindible levantarse frecuentemente para cambiar de postura y estirar.

 

¿Y si ya tengo dolor?

Para paliar los dolores provocados por el desgaste de las articulaciones debido a las malas posturas, es muy útil el harpagofito o garra del diablo. Es una planta medicinal analgésica y antiinflamatoria.

Diversos estudios clínicos muestran la efectividad del harpagofito, y de sus diferentes extractos, en el tratamiento de los dolores relacionados con la artrosis, la osteoartritis, la fibromialgia, la lumbalgia crónica y otras afecciones osteoarticulares de origen reumático o no reumático.


Las propiedades del harpagofito se concentran en su raíz secundaria. Una reciente revisión de estudios publicada en The Cochrane database of systematic reviews asegura que un tratamiento a base de esta planta medicinal reduce a corto plazo el dolor lumbar y la necesidad de emplear medicación de rescate.